lunes, 16 de enero de 2012

Graham Bell y Genética

EL MEDIO AMBIENTE Y LA GENÉTICA:

En esta isla, hacia la mitad del siglo XIX, en la ciudad de Chilmark, una persona de veinticinco (el 4% de la población) estaba incapacitado para oír.

En 1883, Alexander Graham. Bell, decidió buscar qué era lo que provocaba esa deficiencia auditiva. Y visitó la Isla para estudiar las características de las familias afectadas por esa anomalía.
Alexander Graham Bell
Siguiendo los pasos de un físico francés que estudió las comarcas en Suiza, pensó que tal vez la deficiencia auditiva de los habitantes de la isla, también había sido provocada por los componentes del terreno (o la carencia de ellos) , ya que todos los afectados en Suiza, vivían en un terreno con suelo especial, los cuales habían estado bajo el agua, también zonas donde llueve mucho o, cubiertos durante siglos por glaciares, y, por lo tanto, las sales naturales del suelo, habían sido separadas por lixiviación (extracción sólido-líquido). Como consecuencia de todo esto, el resultado fue una enorme carencia de yodo en la ingesta de los alimentos. El yodo es el elemento vital para una glándula tirodes sana.
Estos niños nacidos en lugares donde el yodo había sido “lavado” de los terrenos donde ellos vivían, nacieron con deficiencia tiroidea que afectó el sentido del oído y además causa una profunda incapacidad mental. En Suiza, por ese motivo, las personas comenzaron a mudarse a regiones con suelos más propicios, a incluir yodo en la alimentación y el incidente de sordera comenzó a decrecer. También se implementó el yodo en la sal comestible y hacia el año 1920, la enfermedad, como tal, había sido erradicada.    
            
Pero en Martha Vineyard, la sordera era genética. ¿Qué fue lo que pasó allí?
situación geográfica de Kent
Las causas eran diferentes: En Suiza (y muchas otros lugares) fue debido a la carencia de sales en la tierra. En Martha Vineyard, por el contrario, la sordera estaba en la sangre (metafóricamente hablando) y no tenía nada que ver con el medio ambiente. Los que nacían con esa condición auditiva, descendían de un pequeño grupo de familias que habían emigrado desde Kent (Reino Unido) en el comienzo del siglo XVII. 

Entre los colonos europeos que llegaron, a finales del Siglo XVII, familias enteras de la región de Weald, en Kent, en Inglaterra. En esa región se había registrado, para entonces, la existencia de una lengua de señas, surgida a consecuencia del nacimiento de muchos niños sordos. Los colonos provenientes de Kent trajeron consigo, así, no solamente los genes de la sordera, que se siguieron manifestando en la isla, sino tal vez también una lengua de señas.  No se ha podido comprobar, sin embargo, que ningún Sordo haya emigrado desde Kent hasta la isla.

En la isla de Martha, ellos vivieron totalmente aislados hasta un siglo después de la Declaración de la Independencia. Y así se originó una fuerte tendencia endogámica entre sus habitantes y para el 1700, el 96% estaba casado con un familiar. 

Con la llegada de nuevos habitantes y los casamientos entre personas que no tenían ningún parentesco entre sí, el gen fue desapareciendo y el proceso en el presente muestra que ya no se registran sorderas heredadas genéticamente.


BELL Y SUS INVESTIGACIONES:

Bell con su familia
Bell era un obsesionado por la sordera. Su madre era sorda, y su esposa también. Cuando inventó el teléfono, Bell estaba en realidad buscando un aparato que le permitiera a los sordos oír. Bell estaba convencido de poder lograrlo, y de que los Sordos deberían hablar, por lo que se hizo un encarnizado enemigo de la educación con señas. La fuerza cobrada por el movimiento oralista en el mundo, a finales del Siglo XIX, le debe mucho a sus empeños. Bell llevó su lucha más lejos. En su tiempo se habían iniciado los estudios genéticos, y estaban también de moda las teorías de Darwin. Combinando unas cosas y otras, Bell consideraba que las mutaciones genéticas como las que producía la sordera eran una aberración que era necesario eliminar para beneficio de la especie. En su tiempo como maestro de sordos en Boston, se enteró de la peculiar situación de Martha´s Vineyard, y decidió averiguar cómo eran los árboles genealógicos de las familias de la isla donde nacían sordos, para tratar de descubrir las leyes que llevaban al nacimiento de sordos. Era el primer paso para prevenirlos.
Bell trabajó mucho, y con varios asistentes, entrevistando isleños y reuniendo notas que permiten reconstruir la historia de la isla a partir de principios de 1730. Aunque no logró descifrar las leyes de la herencia de la sordera en la isla, esas notas, que alcanzan miles de páginas, le permitieron escribir un ensayo titulado "Memoria acerca de la formación de una variedad sorda de la raza humana", que publicó en 1883 y que es un monumento de la llamada eugenésica o higiene genética, que se invocó también en períodos sórdidos de la historia como el del nacional socialismo alemán entre 1933 y 1945.
 
Este trabajo de Bell tuvo sin embargo una utilidad muy diferente a la que él hubiera deseado. Sus detalladas notas abarcan desde 1730 hasta 1950, y permiten reconstruir detalladamente las relaciones familiares de la isla, y la vida de los sordos que allí vivieron, para lección del mundo, con el ejemplo de lo que puede también pasar cuando una población oyente considera natural que sus paisanos Sordos se comuniquen con una lengua de señas, y la aprendan también, de modo que no haya barreras lingüísticas en
la comunidad.

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